Hotel Casa de Uco, Tunuyán en la vanguardia
Los arquitectos Alberto Tonconogy y Gustavo Arditi anunciaron que el proyecto fue viable desde sus orígenes porque pudieron abordarse exitosamente todas las etapas del desarrollo
Los arquitectos Alberto Tonconogy y Gustavo Arditi anunciaron que el proyecto fue viable desde sus orígenes porque pudieron abordarse exitosamente todas las etapas del desarrollo. La planificación de cada fase (desde el hotel hasta las bodegas) no suelen darse de manera ordenada en construcciones de estas características complejas, pero en este caso el rendimiento se volvió mucho más interesante desde esta perspectiva.
La zona de magníficos paisajes naturales y completamente inexplorada resultó el reto más arduo para lograr una intervención armónica y vistosa. El trabajo estuvo guiado bajo la premisa de no alterar negativamente los alrededores de la zona, a la vez de no crear una construcción que fuera agresiva al ambiente pero que sí incremente su encanto. Por lo tanto, fueron respetadas todas las consignas de la naturaleza como la cantidad de arroyos de la cordillera que delinearon el diseño del Master Plan.
Dado que no se encontró ningún rasgo natural lo suficientemente prominente para que funcionara como ancla del edificio, se construyó una base hecha de una losa irregular de gran tamaño para que funcione como sostén del hotel. Uno de los arroyos más importantes fue considerado como punto de partida para la construcción, a la vez que se definieron lagunas sobre las que daría el hotel. La obra se dispuso de manera tal que cristalice el arraigo a la tierra mendocina, optando por diseños de rampas y caminos que se combinan y aúnan con el terreno junto con la disposición de la vegetación y la piscina. La superficie rocosa de la fachada se complementa de manera contrastiva con elementos minimalistas y ligeros.
Cada lado está orientado a un punto cardinal, de modo que se distinguen todos los frentes. El que corresponde al sur y se orienta al Valle de Uco se compone de vidriado; el lado hacia la cordillera, en el oeste, fue resguardado con un grupo de parasoles automáticos de movimiento electro-hidráulico. La fachada que se orienta al Norte está cerrada y cuenta sólo con el mínimo de aberturas porque el impacto de sol es importante.
Por la naturaleza sísmica del área, el hotel fue construido por sectores discretos y aislados, con funciones diferenciadas. Hay espacios destinados a eventos generales como Playroom, Spa, Bodega y Comedor, que se construyeron fuera de la construcción. Las habitaciones fueron dispuestas en la obra anterior, pero que se mantiene unida por una triple altura que funciona como fusible sísmico. Se preservó el ambiente árido de la zona en los alrededores respecto al exterior. El diseño del lugar estuvo basado en piedras en la base del hotel, rodeado de una serie de lagunas que tienen aproximadamente 400 mts. De esta manera se veló por reproducir las diferencias del paisaje de una manera decorativa y moderna que se integre naturalmente al entorno.