La cultura del café da origen a un diseño arquitectónico
El arquitecto Alberto Caiola realiza una nueva propuesta en este local de café en Shanghai, China, inspirándose en las características más delicadas de esta popular infusión.
Pasión de multitudes y con un creciente interés en devenir un arte de sommelier, el café en este local de Shanghai es el protagonista. El arquitecto Alberto Caiola se basó en la interpretación de la cultura de esta famosa semilla tostada para erigir el proyecto de Fumi.
Uno de los puntos más interesantes sobre Fumi es el diseño del techo, inspirado en las líneas del vapor perfumado de la infusión. Caiola eligió el color tostado del café para esta instalación extraordinaria que acompaña el ambiente donde los baristas realizan su trabajo como protagonistas. En consonancia, el techo se diseñó levemente ladeado en dirección opuesta al mostrador, dando un movimiento curvo al salón como las ondas del vapor de una humeante taza de café, mientras que también habilita un espacio cubierto y otro descubierto para los días de verano.
Los accesorios acompañan al ambiente sibarita culinario. Una de las paredes está salpicada con brillantes cafeteras de distintos tamaños que sobresalen por su volumen y por su luminosidad. Además, un espejo y muebles de acabado reflectante cumplen con la función de generar visualmente más espacio en el salón.
La distribución de mesas y asientos cumplen con distintas funciones. Una gran vidriera transparente permite a los clientes mirar hacia el exterior, a la vez que hay distintas opciones que incluyen una mesa comunitaria y dos barras. Las distintas texturas aportan al salón un carácter moderno a través de la combinación de ladrillos expuestos y la paleta de colores del interior.