Papel, ¿el futuro en almacenamiento de energía?
Una novedad en el mercado de tecnología eléctrica ha sido fabricada por el Laboratorio de Electrónica Orgánica de Linköping en Suecia.
Una novedad en el mercado de tecnología eléctrica ha sido fabricada por el Laboratorio de Electrónica Orgánica de Linköping en Suecia. Se trata de una lámina de papel que puede acumular electricidad.
El invento consiste en una plancha de componentes especiales como la nanocelulosa y un polímero conductor. Los experimentos demostraron que una lámina de escaso tamaño, como de 15 centímetros de diámetro, es capaz de reservar 1 faradio. Pero no sólo este innovador producto es capaz de competir con las baterías actuales, sino que además cuenta con la ventaja de poder recargarse en segundos, múltiples veces.
El papel tiene una apariencia plastificada pero su alto nivel de tecnología reside en su confección en tres dimensiones. Aunque las láminas pueden fabricarse gruesas, son lo suficientemente flexibles como para construir un origami, como lo han demostrado los científicos en una prueba.
Pero ¿cómo se logra que un simple papel almacene energía eléctrica? La clave está en la alta precisión en la tecnología que lo fabrica. Se trata de una celulosa-polímero, que básicamente son fibras de celulosa que sometidas a la presión del agua para degradarlas en ínfimas porciones de veinte nanómetros de diámetro. Posteriormente se las embebe en el polímero que reacciona a la electricidad, que recubre las fibras y les otorga la peculiar función.
El producto no demoró en tener sus repercusiones tanto en el nivel del mercado como en el nivel científico, dada su cualidad extraordinaria para almacenar energía eficientemente y por la velocidad récord en transmitir iones y electrones en paralelo. Sin duda se trata de un digno competidor de las tecnologías actuales, ya que cuenta con varias ventajas: es económico, ligero, impermeable, y resulta mucho más ecológico por no precisar químicos peligrosos durante su fabricación.