Una Escuela de Música de concreto y vidrio
Esta construcción en Chofu, Tokio de 1943 m2 es el proyecto de una Escuela de Música cuyo diseño estuvo a cargo del equipo Nikken Sekkei.
Esta construcción en Chofu, Tokio de 1943 m2 es el proyecto de una Escuela de Música cuyo diseño estuvo a cargo del equipo Nikken Sekkei. En los suburbios de Tokio en Japón se trabajó con la premisa de gestar un espacio lo más neutral posible para propiciar el aprendizaje de música, distinguiéndose de los edificios que se entienden como escuelas tradicionales.
En el diseño se priorizaron las transparencias que privilegiaran la posibilidad de visualizar los ambientes entre los distintos estudiantes y profesores que transiten por la edificación. Tanto los salones para clases como los pasillos tienen la capacidad de poder ser aprovechados para sincronizar ensayos musicales a la vez que preservan la acústica independizada entre sí.
La entrada de la construcción fue planificada de manera tal que resulte cargada de vitalidad para brindar apoyo en la formación profesional de los estudiantes. Además, se realizaron aberturas en las salas ubicadas en las esquinas del edificio para crear perspectivas de un paisaje homogéneo que se unifica con los pasillos visuales.
La fachada se mantiene como un fiel reflejo del interior de la Escuela de Música japonesa, protagonizando el concreto y el vidrio. De esta manera, el diseño se transforma en un juego de contrastes entre la dureza y la gama de grises que provee el concreto que se combina con la delicadeza y la fragilidad del vidrio transparente. En este establecimiento se brindan cursos pagos y se dan becas para aprender inglés. Las luminarias elegidas se mantienen en la coherencia de un diseño limpio y simple, que con discretos dispositivos alcanza una iluminación óptima para generar el confort necesario para los estudiantes a la vez que se logra que todos los corredores y salones no tengan espacios oscuros.