Una propuesta que busca recuperar las estrellas
Los especialistas alertan sobre el incremento de la contaminación lumínica junto con el crecimiento urbano, con lo cual se comenzó a debatir sobre el Derecho a los Cielos Oscuros.
La contaminación lumínica privó a las ciudades de contemplar un cielo negro poblado de brillantes estrellas durante los últimos años. En respuesta a esta problemática, se está impulsando el Derecho a los Cielos Oscuros, una medida que busca recuperar el paisaje nocturno natural.
La luz que emana el cielo nocturno como producto de la contaminación no sólo implica una pérdida visual, sino que también resulta perjudicial para la naturaleza, la economía y la investigación. Los avances tecnológicos sólo han logrado agravar la condición, dado que la principal fuente de la contaminación son las lámparas de más potencia que la necesaria y luminarias con instalaciones mal realizadas que provocan el desvío de la luz por encima del horizonte.
Diversas organizaciones participaron de la jornada internacional del Derecho a los Cielos Oscuros, donde varios científicos y expertos en astronomía acordaron cómo lograr una legislación sobre la problemática de la contaminación lumínica en el mundo en el Centro de Cultura Digital en la Ciudad de México. Entre ellas estuvieron la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNESCO, la Academia Mexicana de Ciencias y el CONACyT.
El impulso original de esta propuesta surge del antiguo vínculo de la civilización con el cielo. La agricultura de las primeras sociedades se guiaban mediante los astros para confeccionar el calendario de los cultivos, e incluso sus estudios más profundos fomentaron la exploración del planeta y diversos orígenes mitológicos. Este proyecto viene a recordar la importancia astronómica en el medio ambiente.
Durante el encuentro se decidió hacer hincapié en la industria de alumbrado, donde radica el foco de la problemática cuando se emplean luminarias mal diseñadas. En esta línea, José Franco López, el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico de la UNAM, propuso tomar una nueva perspectiva sobre los dispositivos de alumbrado, considerándolos obras de arte que combinan normas de seguridad y ahorro energético. Además, destacó que la luz que se orienta al cielo resulta una pérdida de dinero y de energía. Una buena disposición de luz significa también un importante ahorro en ambos sentidos.
Se espera que en los centros urbanos se incremente el número de la población en 1.700.000 habitantes durante los próximos veinte años, según cálculos estadísticos de la ONU. Esto implica una concentración del 75% de la población residente en ciudades, con lo cual las medidas respecto a la energía eléctrica resultan urgentes. Los expertos aproximan que actualmente la visibilidad de las estrellas en los centros urbanos es del 3%.
Algunas de las posibles medidas que se esperan de la participación legislativa de los países son el control periódico de la contaminación lumínica, normas en las luminarias y proyectos de educación para concientizar a las personas. Se espera que los avances en la tecnología LED colaboren a luminarias menos invasivas, cuya dirección no perturbe el cielo nocturno.